No, no es una mascota de Pokémon, ni el primo peludo de los Gremlins. Aunque podría serlo
¡Labubu! ¿Eso se come o se colecciona?
Primero lo primero. Si llegaste aquí porque viste un video en TikTok de alguien abriendo una cajita con una criatura con dientes de ardilla diabólica y ojos de “te juzgo pero te quiero”, y dijiste:
“¿Y este gremlin kawaii qué es?”,
entonces bienvenido a la madriguera del conejo. O, mejor dicho, del monstruo adorable.
Labubu es un personaje del universo The Monsters creado por el diseñador taiwanés Kasing Lung para la compañía POP MART, una marca de figuras coleccionables de vinilo estilo art toys o designer toys que parecen salidas de una pesadilla buena (sí, eso existe).
¿Pero por qué todo el mundo está obsesionado con él?
Porque son adorables... y un poco perturbadores.
Labubu tiene cara de que se ríe de tus decisiones financieras. Pero es tan tierno que tú le perdonas todo.
Por las colecciones limitadas.
Hay ediciones de Navidad, de Halloween, de cumpleaños, de "me levanté con flow". Algunos vienen vestidos de unicornio, astronauta, dragón o literalmente como baguette. ¡Y eso no es broma!
Por la emoción del “blind box”.
No sabes cuál te tocará. Como los tazos de antes, pero más caros y con menos grasa trans.
Porque TikTok los viralizó.
Basta con buscar “Labubu unboxing” y verás gente que grita, llora o invoca al espíritu de la suerte con tal de que le salga el rarito brillante (el “hidden edition”, que vale más que tu iPhone usado).
¿Es un juguete? ¿Una inversión? ¿Un culto?
Sí.
Bueno, no.
Quizá.
Lo curioso de Labubu es que se mueve en ese limbo entre juguete infantil y objeto de culto millennial. No es barato (puede costar entre 10 y 30 dólares por cajita), pero eso no impide que adultos de todas las edades se lo peleen como si fueran boletos para ver a Bad Bunny en primera fila.
Y hablando de precios… ¿sabías que hay Labubus que se han vendido por más de 500 dólares en eBay? ¡Un muñeco del tamaño de una papita Pringles! (Eso sí es inflación con carita tierna).
¿Dónde consigo uno? ¿Y cómo no caer en la trampa?
Puedes comprarlos en tiendas POP MART oficiales, en línea, o con revendedores (cuidado con las réplicas falsas, hay más Labubus piratas que películas de Barbie en Telegram).
Y si no te interesa coleccionarlos, al menos échales un ojo en Instagram o TikTok. Te prometemos que verlos es más terapéutico que ver a tu ex con su nueva pareja.
¿Pero… qué significa “Labubu”?
Buena pregunta. Nadie lo sabe. En serio. Algunos fans especulan que es una mezcla de sonidos divertidos que no significan nada y lo significan todo, como un grito de ternura interdimensional.
Otros creen que es la manera taiwanesa de decir “¡Mira qué mono más raro y deseable!”.
Y tú simplemente puedes decir que es:
“Ese muñeco que parece que me juzga, pero que me quiere, y que obviamente necesita una terapia… y un abrazo”.
¿Vale la pena tener uno?
Depende.
Si amas el diseño raro, lo aesthetic bizarro y los objetos con historia: sí.
Si no puedes dormir por la cara de un muñeco que parece poseído pero adorable: no.
Si estás aquí solo por el hype: hazlo, pero luego no digas que no te advertimos. Se empieza con uno… y terminas con un altar.
Cómo saber si estás enganchado al universo Labubu
✅ Revisas cada colección nueva como si fueran escenas inéditas de Marvel.
✅ Ya no compras ropa, compras Labubus.
✅ Te enojas más cuando pierdes un hidden edition que cuando pierdes una discusión con tu jefe.
✅ Ya le pusiste nombre, personalidad y signo zodiacal al tuyo.
En resumen
Labubu no es solo un muñequito raro. Es una declaración. Una adicción. Un pasatiempo. Una inversión. Una moda. Y, para muchos, un estilo de vida.
Así que ante la pregunta:
“¿Qué rayos es eso con dientes puntiagudos en tu escritorio?”,
ya tienes la respuesta:
“Es Labubu, y tiene más personalidad que muchos humanos”.
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